¿Cuántas veces esperas el momento perfecto? Ese momento perfecto para hacer eso que aunque sabes que te va a ayudar a avanzar en tu vida, no te atreves a hacerlo y por ello nunca llegará nada de lo que deseas.
Tal vez sientas miedo al fracaso, a la crítica, o dejar una vida que no te hace feliz, y todo esto termina bloqueando tu mente. Pero, ¿y si te dijera que este miedo que sientes puede ser tu mejor aliado? Quédate en este artículo porque te ayudaré a eliminar ese miedo que sientes.
¿Te gustaría desbloquear tu potencial y lograr el éxito en todos los aspectos de tu vida? Presta atención a todas las señales que te envía el Universo.
¿Alguna vez has visto el número 11:11 en el reloj y has sentido una conexión especial con ese número? Si es así, debes saber que no es una coincidencia. El universo te está enviando un mensaje muy importante que puede transformar tu vida.
¿Quieres saber qué significa el 11:11 y cómo aprovecharlo para mejorar tu vida? Ingresa al enlace y descubre su significado sobre como puede cambiar tu vida.
Son muchas las personas en mi vida que he conocido que tienen miedo a hacer algo en sus vidas, por eso he decidido escribir este artículo, para explicarte que el miedo no es malo y que puede llegar a ser tu mejor aliado. Para que lo comprendas, he preparado una pequeña historia que te ayudará a comprender cómo el miedo puede llegar a ser tu mejor aliado:
“Una vez, un sabio monje paseaba por el campo con su discípulo, el monje le decía al discípulo que era muy importante hablar con las personas porque así conocería otros puntos de vista y a su vez maduraría.
Paseando por el bosque, vió de lejos una casa muy pobre y abandonada, y le dijo a su discípulo: vamos allí a conocer a esta familia. Al llegar allí, el sabio hombre se dirigió al padre de familia. Al ver que toda la casa era tremendamente pobre y que su ropa estaba sucia, rota y que se veía perfectamente que la familia era muy pobre, le preguntó: ¿cómo sobrevivís? El buen hombre le dijo: tenemos una vaca y gracias a ella podemos sobrevivir en el día a día, gracias a ella podemos hacer yogur y quesos y lo vendemos en pueblos de alrededor y con eso sobrevivimos.
Este buen hombre invitó al sabio y su discípulo a pasar dentro, a que cenaran con ellos y disfrutaran de la comida. Al día siguiente, el sabio y el discípulo se fueron, y el discípulo le dijo al sabio: maestro me da mucha pena de esta familia, entonces el sabio le dijo que si verdaderamente quería ayudar a esta familia, tirara la vaca por el acantilado.
En ese momento el discípulo no quiso hacerlo, y el maestro lo forzó a hacerlo. Al final fue el maestro el que terminó tirando la vaca por el precipicio.
Al cabo de los años, el alumno no se sentía nada bien consigo mismo y abandonó al maestro porque sentía en su cabeza y corazón que lo que había hecho no era lo adecuado.
Un día, salió del seminario y fue en dirección a la casa de esta familia. Al llegar allí, se dió cuenta de que ellos ya no vivían allí. Preguntó a los vecinos, y le dijeron que actualmente vivían en el pueblo.
Al acercarse al pueblo y a su casa, vio que era una casa de mucho lujo, llamó y este buen hombre le abrió. El discípulo le dijo al hombre: ¿te acuerdas de mí?
Este respondió que sí, y entonces el discípulo le pidió disculpas, pero le comunicó que veía que actualmente vivía en una casa con muchos lujos y le preguntó que qué le había pasado en la vida, entonces, este buen hombre le explicó que gracias al día que lo visitaron y tiraron la vaca, no le quedó otra que reinventarse, y eso provocó que tuvieran todas las riquezas que tenían actualmente.”
Este alumno no se sentía bien con su maestro, pero entendió que cuando el ser humano sólo tiene una opción, busca una salida. La reflexión que me gustaría que hicieras es: ¿hasta cuándo vas a permitir que tus miedos te bloqueen?
“Tenemos que quemar nuestros barcos para tener lo que queremos” – Napoleón Hill.